Policia del padrón
Esta es una pequeña lectura que hicimos desde Elkartzen a cuenta de las medidas promovidas por Maroto y su corporación para detectar el fraude en los empadronamientos. Seguimos esperando medidas efectivas para conbatir el fraude fiscal ....
Hace unos meses que la nueva corporación municipal
cogió sus cargos y ya empezamos a ver cuáles van a ser las líneas a seguir en
cuanto a políticas sociales se refiere. Esta vez la polémica la ha generado el
famoso padrón, o mejor dicho, la creación de la policía del padrón. Con esta
medida el nuevo ayuntamiento pretende relacionar descaradamente el padrón con
el fraude, avivando una vez más (ya lo hicieron los populares en campaña con la
mezquita y las ayudas sociales) el fantasma de la xenofobia. Pretenden, además,
hacer partícipe de esta caza de brujas a los ciudadanos, pidiéndoles que
verifiquen los datos de los que consta el ayuntamiento.
A esta nueva medida cabe sumar los cambios que se
van a producir en la Renta de Garantía de Ingresos, donde socialistas y
populares han pactado medidas como la de subir el tiempo de empadronamiento
requerido de 1 a 3 años o retirar la ayuda a los que rechacen un empleo
“adecuado”. Lo que no nos explican es que empleos son adecuados, ni cómo van a
sobrevivir las personas que sin tener 3 años de empadronamiento ni haber
cotizado durante 5 años, por ejemplo se queden en paro o no encuentren trabajo
(cosa habitual en los tiempos que corren). La justificación de estas medidas es
cuanto menos sorprendente: según la consejera Zabaleta en los últimos años se
ha multiplicado la gente que percibe esta ayuda, obviando las dificultades por
las que pasa un número creciente de personas.
Desde Elkartzen creemos que estas medidas van
dirigidas a fomentar la xenofobia, convirtiendo a los más débiles (en este caso
los inmigrantes) en paganos de una situación creada por la mala gestión de las
diferentes instituciones. Por eso desde el movimiento social Elkartzen
proponemos a las instituciones una verdadera lucha contra el fraude, para lo que
en vez de mirar a las clases sociales más desfavorecidas tendrán que volver la
mirada a las clases altas que como se ha demostrado en numerosas ocasiones son
los que más dinero dejan de ingresar a las diferentes instituciones.